Con motivo de la 22ᵉ edición de la Semana del Sonido de la UNESCO, una encuesta de OpinionWay, realizada para La Semaine du Son, revela una situación preocupante: la contaminación acústica perjudica gravemente la salud auditiva de los franceses, con repercusiones especialmente alarmantes entre los más jóvenes.
– Le siguen los ruidos producidos por los vehículos de dos ruedas (38%), muy por delante del ruido de las obras (30%) y de la música y los sonidos producidos por los teléfonos u otros aparatos en los espacios públicos (30%). – Por último, hay que señalar que el 17% de los franceses declararon haber tenido un altercado directo con los vecinos en 2024 a causa del ruido. Este estrés, que puede afectar tanto a la salud mental como a la calidad de vida, es un problema de salud pública que sigue estando muy infravalorado. Los estudios han demostrado la relación entre el ruido (sobre todo del tráfico aéreo, por carretera y ferroviario) y el aumento del uso de medicamentos para tratar la ansiedad y la depresión. El ruido también tiene un impacto significativo en el rendimiento cognitivo de los niños, provocando dificultades de aprendizaje y una disminución de su capacidad de atención.
Por último, la encuesta pone de manifiesto un desconocimiento preocupante de los umbrales de ruido peligrosos: – Sólo el 43% de los franceses calcula correctamente los niveles de decibelios aceptables para proteger su audición – El resto desconoce (33%) o se equivoca (24%) sobre los límites que no deben superarse, lo que subraya la necesidad urgente de educar a la población sobre los riesgos asociados al ruido.